Esta semana la Horta del Rajolar ha acogido varias actividades dirigidas a la formación y promoción de la agroecología entre jóvenes de diferentes procedencias y un grupo de personas del Pacto por la ocupación Espadán-Millares, consolidando así su papel como activo educativo comunitario. A pesar de tener una producción agroecológica de proximidad, este es un proyecto social capaz de generar transformaciones profundas y arraigadas más allá de nuestro territorio. Este es el caso de las tres experiencias vividas a lo largo de esta semana.
En primer lugar, martes, una veintena de estudiantes serbias que se encuentran de intercambio con familias del IES Botánico de la Vall d’Uixó intermediando el programa Erasmus Plus, conocieron de primera mano el espacio. Aprovecharon la experiencia para poder, al mismo tiempo que se familiarizaban con la producción ecológica de alimentos y los trabajos que esto implica y practicando el idioma, realizar un taller de semilleros. Así se pudieron llevar, para repartir y compartir con sus familias de acogida, estos alimentos testimoniales de su visita.
Miércoles, recibimos una quincena de personas vinculadas al proyecto de inserción laboral para personas discapacitadas de la UJI, Unidiversitat. Les mostramos cuál es la gestión del suelo, el agua y resto de recursos que tenemos al alcance, la proximidad con el ecosistema fluvial, así como las principales diferencias entre el monocultivo normalizado en la Plana de Castelló y nuestro mosaico biodiverso de agroecología. Aun así, poder cosechar y probar directamente los diferentes alimentos, asociarlos a las elaboraciones que conocen, así como la presencia del gallo y las gallinas, la gata Melé o el hecho de almorzar sentados al lado de la acequia fue lo que a buen seguro les permitió generar una experiencia inolvidable.
Finalmente, jueves acogimos la primera sesión de la formación práctica del taller de compostaje del Pacto de ocupación Espadán-Millars, donde unas veinte personas y su profesora pudieron colaborar en la gestión y producción del compost. Vaciar compostador, voltear basura, extraer el lixiviado del vermicompostador, triturar materia verde y rellenar el compostador con una mezcla de capas con materia seca, materia verde, basura y lixiviados, fueron las principales tareas que pudieron poner en práctica a lo largo de la mañana. Una experiencia que bien seguro los ayudará a mantener y gestionar la red pública de compostaje de los diferentes pueblos de la mancomunidad.
Estas visitas, las sonrisas y caras de satisfacción que nos traen y los frutos y semillas que se llevan, son el empujón y la esperanza del cambio posible. El que nos hace pensar que se divisa otro modelo de consumo y producción, que viene a favorecer nuestro trabajo y la de otras muchas que producen también ya alimentos de proximidad, con calidad y precios justos. Gracias a todas las personas y entidades que confiáis en nosotros y en la Horta del Rajolar como escenario ejemplar donde hacer, crecer y desarrollar vuestras aventuras y experiencias.