El pasado sábado 11 de mayo más de sesenta personas se sumaron al recorrido de once kilómetros por el río Seco de Betxí, aprovechando la convocatoria internacional Walking Rivers en la que miles de personas en 94 rutas distribuidas en 25 países, anduvieron de manera simultánea sus ecosistemas fluviales más próximos. De este modo desde la Fundación Novessendes, y concretamente desde el grupo motor del proyecto de l’Horta del Rajolar, hemos querido promover y visibilizar el patrimonio fluvial y la corresponsabilidad social hacia su cuidado y mantenimiento.
De este modo se ha pretendido continuar la tarea emprendida en 2014 por el grupo de voluntarias que recuperó la acequia que ha alimentado históricamente Betxí desde la Fuente del Fontanar, dando continuidad a algunas de las iniciativas defendidas en laEstrategia participada Betxí al riu delAyuntamiento de Betxí a lo largo de los últimos años. En una de las paradas del recorrido, Alfredo Remolar aprovechó para recordar como en el año 2004, desde el grupo de senderismo de Betxí, organizaron una caminata como esta por dentro del río hasta encontrar el mar después del Clot de la Mare de Déu en Burriana.
A lo largo del recorrido se valoraron los diferentes ecosistemas existentes en el propio río, así como las posibilidades que ofrecen para el disfrute las infraestructuras con servidumbre asociadas, los caminos y vías de servicio y las diferentes intervenciones realizadas recientemente con el objetivo de abrir la senda fluvial al público, un espacio de recreo que puede ayudar con su aproximación controlada a consolidar el cariño y el conocimiento del río y su patrimonio asociado.
Además, con el mismo objetivo y el apoyo de la Comunidad de Regantes de Betxí y la Sociedad Espeleológica de València, el viernes 10 se procedió a hacer una inspección técnica del Estado de Conservación de la galería de la acequia. De esta primera inspección se concluye que las reparaciones y obras de mantenimiento hechas a lo largo de los últimos años sin los criterios de la técnica constructiva original (vuelta de baldosa maciza y paredes de muros de mamposteria careada) han empeorado considerablemente su estado. Y que los pozos de mantenimiento han ido cerrándose progresivamente hasta el punto de dificultar la reparación o retirada de sedimentos y desprendimientos a su interior. Aun así, en la actualidad, la canalización drenante continúa suministrando agua desde el acuífero desde su trazado original, que evidencia la movilidad del río que en la actualidad la cruza varias veces por encima.
Estas dos jornadas han servido para visibilizar el valor que tiene el río y su ecosistema asociado para la población de Betxí y generar esperanza para empujar cambios sistémicos que nos ayudan a mejorar su estado de salud. Para lo cual será clave que se pueda constituir y empezar a trabajar el grupo de guardianas voluntarias del río que tiene que velar por el cumplimiento de las normativas y compromisos de las varias administraciones competentes acompañando esto de herramientas de corresponsabilización social que mediante un cambio cultural importando regenere el imaginario colectivo respecto al río que podría llegar (o volver) a ser.